martes, 10 de julio de 2018

CANTOS DE SIRENA (I)


Estrenamos gobierno, o, mejor dicho, reestrenamos, porque vamos a disfrutar, gracias a la actitud del PP, ante la inacción del antiguo Presidente del Gobierno (y por favor, no olviden que lo que nos va a gobernar de aquí en unos meses lo fue por la acción u omisión del PP), de una versión remasterizada del gobierno del Sr. Zapatero. Más mona, más visual, con más colorines, con golpes publicitarios, pero, según van, exactamente igual. Pensando en lo que se nos viene encima, terminé hace unos días una novela que se la recomiendo; su título es Sumisión de Michel Houellebecq, y quería compartir con ustedes un párrafo de la misma que dice así: “el islamoizquierdismo, escribía, era un intento desesperado de los marxistas descompuestos, en plena podredumbre, en estado de muerte clínica, para salir del cubo de la basura de la historia agarrándose a las fuerzas ascendientes del islam”. Sinceramente me impactó, pero, ¿es islamoizquierdismo o es algo más?

            Es cierto que la izquierda política y entiendan que con el adjetivo “política” me refiero a los partidos que tienen representación parlamentaria, se ha rodeado de un aura de supremacía moral, como si todas sus afirmaciones emanaran de la fuente de la verdad absoluta, como si sus etiquetas reflejaran una verdad indiscutible, un principio que se dice en Derecho, “iure et de iure”, irrebatible e inmutable, o dicho más claro, que no admite prueba en contrario. Pero, ¿saben ustedes?, es una mentira creada para no mostrar su absoluta pobreza ideológica, su carencia de soluciones y su falta de visión de futuro, y sólo para mantener el poder, que en el fondo es lo único que les mueve, no el poder para hacer, sino el puro poder. Algo a lo que se quiso subir el anterior gobierno del PP renunciando a su ideología y abrazando las causas de la izquierda.

Lo malo es que para hacer eso, hay que saber, y un partido que decía ser de derechas, y actuaba como una continuación del gobierno del Sr. Zapatero, mezclada con los casos de corrupción que salpicaban a cargos relevantes del partido, la prepotencia rayana en el cacique de toda la vida, de los que se creían por encima del bien y del mal (recuerdan las frases de “que se jodan” en relación a la reforma laboral y las pensiones) hacen una mahonesa que se cortó y ha dado paso a una salmonela que habrá que digerir y de la que veremos cómo salimos. Porque les ruego no lo olviden… Lo que viene se lo debemos a la actuación, o más bien inacción, del anterior Presidente del Gobierno y por extensión del Partido Popular, incluyendo a todos los que ahora optan para presidirlo, porque, que yo sepa, ni uno de ellos se desmarcó y exigió la dimisión del anterior Presidente del Gobierno para intentar neutralizar el desastre que nos ha caído encima, con un gobierno en minoría y al albur de lo “mejor” de nuestra casa.

            Que conste que reconozco el aporte de la ideas de la izquierda al progreso humano, al igual que las ideas de la derecha. Pensadores de distintas ideologías a lo largo de la historia han configurado el mundo que conocemos. Pero eso ya es historia… Eso ya no existe; y entiendan la afirmación… Existen pensadores de izquierda y derecha, existen ideologías en contraste, pero eso ya no se traspasa a los gobiernos que padecemos. La izquierda  se ha aupado a un tipo de movimiento globalizador bastante siniestro que tiene como objetivo desmantelar el sistema de libertades, tal y como lo entendemos, o para que lo tengan claro, Europa occidental, el sistema cultural, político y económico que ha dado un poco de luz y de esperanza a nuestra especie, sobra, decisión que barrunto se empezó a tomar cuando cayó el primer ladrillo del Telón de Acero definiendo el nuevo orden mundial en el que quizás nosotros, pero seguro que nuestros hijos, van a tener la desdicha de vivir, salvo que empecemos a ponernos las pilas. Porque esto no es nuevo, pero por primera vez en la historia, se puede hacer.

            Ya sé, usted en este momento piensa que soy un tremendista, un conspiranoico y unas cuantas etiquetas más… Quizás tenga razón, pero permítanme que comparta unos pensamientos estúpidos que me corroen (sin duda la oxidación de los años, que uno va estando cascadillo) por si le place pensar sobre ellos, reflexiones que se van a extender en unos cuantos artículos, en los que espero sinceramente errar.

En la época de la guerra fría se desarrollaron toda una serie de experimentos psicológicos; su finalidad no era otra que intentar controlar las actuaciones humanas, no del individuo, que uno a uno es impredecible, sino de grupos sociales. Incluso los experimentos llevados a cabo con animales, no tenía como finalidad conocer su inteligencia, emoción o reacciones, sino que eran el principio de ensayos sobre la reacción que tendría un animal racional a estímulos parecidos. No soy pitonisa, pero creo que tienen cara de incredulidad. ¿Se animan a buscar? Les pongo unos ejemplos (sólo algunos de los más famosos) para que se entretengan buscando el que quieran; les garantizo que merece la pena:

El experimento del pequeño Albert, los experimentos de conformidad de Asch, el efecto espectador, el experimento de la obediencia de Milgram, indefensión aprendida de Seligman, estudiantes de ojos azules contra los de ojos marrones de Elliot, el experimento de la prisión de Stanford de Zimbardo, o perdido en el centro comercial de Loftus.

Y al igual que en la fabricación de cualquier producto, una vez realizado el diseño, superada la fase de prueba, hay que ponerlo en práctica. Y no, no existen límites a la ingeniería social que están llevando a cabo. Y no se engañen, no se dejen seducir. Los partidos que se dicen de izquierda están en la pomada, no han sabido, ni han querido, ni han dejado, readaptar su ideología a la situación actual, con lo cual tienen que readaptarse al rumbo que nos han marcado, y quieren ser parte de determinadas oligarquías y disfrutar de su chalet con casa de invitados y piscina de la repera.

La izquierda política, la que ahora nos gobierna (directa o indirectamente) vende la moto, habla, y demasiados ilusos creen que buscan una política social, solidaria o generosa, y no ven que no es una cuestión de debate entre empresarios y trabajadores, entre un sistema democrático de economía de mercado en la que discutimos sobre si tiene que haber más o menos actuaciones de protección social, ¡qué no! Que ya no es el debate al que estábamos acostumbrados, es una confrontación entre los que quieren tener el poder y los que deben de soportarlo, o más claro, entre los que quieren llevarlos de la mano a la Edad Media que se vivió en una gran parte de Europa, con sus señores feudales y sus vasallos, y los que creemos que los principios de libertad individual, democracia, igualdad, y legalidad son más necesarios que nunca, entre una izquierda política que pretende un control estatal y estalinista de lo que hacemos, pensamos y decimos y los que creemos en la limitación del poder de la administración pública.

Lo lamento, no creo en las casualidades, ni creo en una evolución inevitable del destino de Europa; creo en una actitud programada y consciente de un grupúsculo que necesita destruir la propia idea de occidente, con sus siglos de evolución, su pensamiento que refuerza la libertad de los individuos y el principio de igualdad, por un mundo bastante más sombrío. Determinadas oligarquías ya se han separado de los principios de liberalismo político, bueno en realidad, se han separado de cualquier concepto, de cualquier idea, de cualquier valor, que no sea su propio interés aunque sea a costa de llevarnos a un mundo orweliano.

Verán ustedes, el mundo que viene es apasionante y aterrador, según cómo actuemos nosotros ahora. En breve veremos androides realizar tareas domésticas o laborales. Los drones van a suponer una revolución en todos los campos (vigilancia, transporte, sanidad, defensa). La revolución tecnológica asegura el control del individuo en todo momento, sus idas, quien es, que usa… Más de la mitad de los empleos serán superfluos porque podrán ser realizados por máquinas lo que implicará que el esfuerzo de imaginación y pensamiento para mantener y mejorar nuestro sistema de vida actual, tendrá que ser intenso.  Llegará un día en que cuando vaya a coger el metro le digan esas pantallitas tan simpáticas, “Sr. Perez, llega 10 minutos tarde a su trabajo; no se preocupe que ya hemos avisado indicando la causa”. Sí, todos nosotros seremos controlados en todo momento. No, no les hablo de una historia de ficción, les cuento la tecnología que ya está aquí, en el control mediante movimientos de tarjetas (incluyendo la de transportes), en las gafas que empieza a usar la policía china que muestra quien es el ciudadano que pasea por la calle, en contadores de luz que indican cuando está usted en su casa, y podría seguir. Pero para culminar esto, es necesario crear a un sistema tecnofeudal que suprima la igualdad de los hombres, la libertad individual, la estructura familiar, restringir los derechos individuales sobre todo de opinión y si es posible de pensamiento, e incluso el propio concepto de democracia Y para conseguirlo hay que eliminar las concepciones filosóficas griegas, el sometimiento a la ley romano, el cristianismo, el renacimiento, la ilustración, los principios liberales, el conocimiento real del pasado, incluso determinados principios socialistas que ya forman parte de nuestra civilización occidental. Tienen que suprimir todo aquello que permita a un individuo  asumir su propia responsabilidad y tomar las decisiones que considere necesarias para su futuro y el de sus hijos, sustituyéndolo por sistemas neo-feudales en las que determinadas oligarquías decidan quién es usted, lo que tiene que pensar, hacer o sentir, y pobre de usted si se aleja o simplemente cuestiona el buenismo, lo que le dicen que es políticamente correcto o su actitud ante su entorno, porque por el mero hecho de pensar distinto será un asocial, un fascista, un radical o simplemente un raro al que hay que mirar de reojo. Y hacerlo sin que se note mucho, que ya es un nivelazo; así que irán haciendo pruebas, Yugoslavia, Venezuela, Bélgica, España…, y cuando quiera darse cuenta ya estará en su planeta 2.0, y a disfrutarlo…

No les aburro más por hoy… Si les place miren los experimentos, piensen en los estímulos que reciben y ya puestos… ¿han oído en las televisiones que llevan tres noches de violencia en Nantes? ¿No? Ya, y eso…. La semana que viene seguiré aburriéndoles un poco.