Estimados y pacientes lectores: Les iba a contar la historia de los gerentes de una empresa, llamados Luis y
Mariano, que quemaron la fábrica, mandaron a 200 trabajadores al paro a sentir
las fauces del hambre, la incertidumbre y el miedo, y que cuando vendieron los
restos de la factoría a unos chatarreros, dijeron a los antiguos obreros, ahora ya mendigos, que la recuperación ya estaba en marcha, pero, eso sí, no se pondría
ni un ladrillo nuevo en el yermo solar. Pero ante tanta estupidez que ha calado
en algunos ciudadanos, creo que debo terminar la trilogía sobre la pesadilla
secesionista. Al menos, que cuando caiga la ruina, mejor dicho, cuando caiga aún
más ruina, podré decir a mi conciencia, lo intenté; después de todo, de la
miseria se puede salir, quizás no esta generación, pero sí las siguientes. Pero
la marcha a las taifas puede costar no sólo el esfuerzo de los que han de
venir; también su sangre. Y en esos pensamientos estaba cuando leí un párrafo de
la obra Sobre la Libertad (sí, de verdad, aún se puede comprar ese libro en
España), que osa decir “Si toda la especie humana no tuviera más que una
opinión y solamente una persona tuviera la opinión contraria, no sería más
justo el imponer silencio a esta sola persona que si esta sola persona tratara
de imponérselo a toda la humanidad”. Sé que este solo párrafo chirría en los
sensibles oídos de nuestros muy bien pagados políticos (si no en sueldos, sí en
prebendas) y también en la de muchos conciudadanos, pero, lo lamento, la verdad
es lo que tiene; es manjar que no gusta a intolerantes, fanáticos y corruptos.-
Llevo
escuchando meses, quizás años, a mucho ciudadanos a los que les ha calado el
mensaje mentiroso de los políticos nacionalistas; pero quiero ser justo. No son
mentiras burdas, son medias verdades, de esas que siendo aparentemente ciertas
encierran una mentira que emponzoña mentes y espíritus. No hablo de la
historia, a la que este blog volverá en breve, como aquella que diu que en la época de Felipe de Anjou
se obligó a que los procesos judiciales se tramitaran en castellano, lo que es
cierto. El oyente ingenuo pensará que se prohibió llevarlos en catalán, pero,
ay, ay, el hecho, también cierto, es que hasta entonces se hacían en latín, y
esa medida acercaba la justicia a la sociedad, porque el castellano se entendía
en toda la Nación. Pero, discúlpenme, me disperso…
Quizás
el leganal en el que han ahogado a más compatriotas es su afirmación de Espanya ens roba, ese sonsonete molesto
y persistente, que a fuer de su constancia y repetición, se convierte en la
letanía del secesionista cansino y argumento blandengue. Y frente a este
chirimiri de gallinaza hay que ponerse
ya no un gabán, sino un traje de buzo para no quedar pringado.-
La
base se encuentra en un invento creado por todos los gerifaltes (no sé si en el
sentido de la cuarta o quinta acepción de la RAE) autonómicos con la muy insana
intención de exprimir más y obtener más dineros para pulirse con total
impunidad y al margen de la ley, la moral y el sentido común. Y para tan
nauseabundo fin tiran, ya no de corte, cual vulgar faltrero, léase chorizo,
sino de estadística. Y las estadísticas se convierten en arma de embuste
masivo, y empiezan a hablar de productos interiores brutos regionales, de
recaudación fiscal y otras medias verdades. Entonces, los instrumentos que
pueden servir como meros indicadores de la evolución interna de un país, se
convierten en un elemento de separación. Las herramientas que pueden servir
para la toma de decisiones estratégicas son usadas como estiletes emponzoñados.
Así, los de Madrid piensan que una obra en el puerto de Barcelona o Valencia es
inversión que les quitan, o un catalán cree que una reforma de la T4 en Barajas
es dinero que les roban. Idioteces ambos pensamientos, porque unas y otras
generan beneficios a todos, igual que un radiofaro en Galicia beneficia a un
sevillano, la inversión, racional y coherente eso sí, en cualquier punto de
España benéfica al resto. Y la memez no suele ir a mayores porque en casi toda
España se toman esto con filosofía, se comenta con unas cañas de cerveza a la
salida del curro y a otra cosa mariposa. Pero en Cataluña no, porque la fisura
sirve para crear la grieta, y la grieta acaba rompiendo la piedra; entonces
interviene el político espabilado de turno que ve ahí su futuro patio de
monipodio; a fin de cuentas a estos políticos nacionalistas poco les importa el
desastre al que conducen a sus conciudadanos.-
Si
escuchan ustedes a un secesionista, observaran que siempre habla de
recaudación, y lo juntan con contribución, como si los dos conceptos fueran
sinónimos; es en ese momento cuando pongo dos ejemplos que todos entendemos,
que son de nuestro día a día… El primero es el de un sevillano que va a Toledo
y echa gasolina en una estación de servicio de una empresa con domicilio fiscal
en Cataluña. La empresa calcula el IVA y lo ingresa en Hacienda. Entonces,
¿quién pagó ese IVA?. Dado que el IVA es un impuesto que paga el consumidor, es
el sevillano el que lo paga en Toledo. La petrolera sólo lo recauda en nombre
del Fisco. Y si Cataluña fuera un país extranjero, las exportaciones no se
gravan con IVA, con lo que la recaudación de ese impuesto sería, ni más ni
menos, que cero… Apliquen esto al impuesto sobre el tabaco, sobre la gasolina,
sobre el alcohol, en fin, a las mil y una barrabasadas que han inventado para
sangrarnos. Ahora suponga usted conmigo que es dueño de un banco con domicilio
social en Cataluña que concede una hipoteca en Madrid a un gallego que va a
vivir en Segovia. Los intereses generan un beneficio al banco y este paga su
impuesto de sociedades en Cataluña. Sin contar con que en el precio de los
productos las sociedades ya incluyen el coste fiscal del beneficio (con lo que
en el fondo, lo paga el gallego), muchos dirán que ese beneficio que paga
impuestos es de la empresa catalana. Sí, pero lo que no saben es que en una
secesión, ese banco tendría que tener una sede fiscal en territorio español, y
que seguiría pagando el impuesto de sociedades por los intereses pagados por el
gallego, y después, volvería a pagar por el beneficio transferido a Cataluña. Y
en un molde o en otro podría usted encajar todos los impuestos no transferidos.
Una vez más le mienten con medias verdades, porque los datos no están
desagregados, no es posible saber en realidad quien está pagando los impuestos,
en qué lugar, y quien sufre la presión fiscal mayor o menor salvo que utilice
estadísticas. Porque se pongan como se pongan, no hay forma de sacar esa
balanza fiscal, de desagregar recaudación, contribución, gasto en
infraestructuras, prestaciones sociales y todo el flujo económico dentro de un
Estado. A lo más que llegaremos será a la verdad del barquero, esto es, que hay
zonas donde se recauda más de lo que se gasta y otras no… Eso es malo, dirán
ustedes… Pues depende les digo yo; dependerá en que se gasta, cómo se gasta, o
dicho de otra forma, como se gestiona lo que se gasta. Pero ese es terreno
vedado, porque si entramos en donde ponen su mano las castas políticas
gobernantes, como esa que se gasta 400 millones de euros en crear una agencia
tributaria fantasma mientras no se paga a las farmacias, llegamos al problema
real de todos, el de unos señores feudales que se reparten la guita entre dos
manos, la que lo malgasta y la que lo pule.-
Y miren
ustedes hasta qué punto de obstrucción mental hemos llegado; personas que son incapaces de hacer su
declaración de la renta, dejan de hablar de tanto chorizo como tenemos para parlar
sin cesar sobre el robo de la balanza fiscal.-
Ahora, si
usted prefiere acallar al disidente, escuchar al mentiroso, no contrastar la
información, tragarse sus embustes y medias verdades, allá usted, va camino del
grillete, de la servidumbre y de la miseria… Así que deje de gritar al resto de
España Espanya ens roba y jalee a sus dirigentes secesionistas con visquin les cadenes.-