La semana que ya ha terminado es para
mí época de reflexión, y, para esos momentos tenía un libro en espera, titulado Walden, de esos
que se compran y aguardan, no se sabe muy bien por qué, ese momento preciso
para ser leídos; quizás la época, que me trae la imagen de un Hombre justo
sacrificado por deseos de poder, por soberbia, miedo, avaricia y envidia;
quizás las declaraciones de nuestros gobernantes, que mientras nos vuelven a
prometer brotes verdes y un paraíso para el año que viene, que ya se sabe que
de lo dicho hoy mañana nada, y tan panchos se quedan oiga, mientras nos
sumergen en un pozo de mentiras y corrupción; quizás sólo sea el paso de las
estaciones, que me hace sentir el paso inexorable de la naturaleza. El caso es
que en esas estaba cuando un párrafo que leí me sobresaltó; decía "Los
hombres trabajan por error. La mejor parte del hombre es arada en la tierra
como abono. Por un hado similar, comúnmente llamado necesidad, se dedican, como
dice un libro viejo, a acumular riquezas donde roen la polilla y la carcoma,
donde los ladrones abren brechas y roban. Es una vida de locos, como
comprenderán cuando lleguen a su fin, si no antes." Por favor, no lo
confundan con la magnífica obra del conductista, en mi opinión ligeramente
sádico y padre no reconocido de los experimentos políticos y económicos que
estamos sufriendo, aunque su rebaño sujeto por cercados virtuales salta de la
mente cuando veo a donde nos están conduciendo.-
Al
iluso que aún crea, que coja los programas, de unos y de otros, que lo compare,
que lo lea, que lo analice y que decida. Le mienten con la educación de
nuestros hijos, le engañan con los recortes, le falsean la realidad que usted
vive; vea lo que han hecho unos y lo que están haciendo otros. Si al final
sigue pensando que no hay que cambiar el sistema, que no hay que jubilar a
tanto inútil, que no hay que procesar a tanto corrupto, si después mantiene su
creencia que esto es una democracia, que estamos progresando, que reducimos las
diferencias sociales, que una sociedad más justa está próxima, al menos podré
tener la esperanza de estar equivocado.-
Le
dicen que hay que ser más competitivo, pero no le han dicho respecto a quién. ¿Volvemos
a permitir que trabajen los niños?; ¿quitamos la jornada de ocho horas? (si es
que se cumple ya en algún sitio); ¿quitamos las pensiones a nuestros ancianos?;
y ya puestos, ¿por qué no suprimimos del todo la sanidad gratuita? ¿Dónde cree
que han puesto el límite? Y no se lo dicen porque no lo hay, porque reducen lo
conseguido después de siglos de esfuerzo no para que otros más deprimidos vivan
mejor. Quitan lo conseguido porque aún quieren más, porque no se sacian de sus
ansias de riqueza, poder y soberbia, porque tienen que seguir crucificando a
justos, marginando a ciudadanos, y arruinando a todo aquel que no sea de su
casta. Si quiere mirar hacia atrás, verá como la historia le enseña que una
sociedad pueden retroceder indefinidamente para volver casi a las cavernas. Los
derechos que no se está dispuesto a defender, se pierden; las sociedades que
quieren mirar a otro lado mientras la injusticia se extiende sobre el prójimo,
está llamada a pagarlo durante generaciones.-
Así que o bien disfrutamos de la armella que nos
han colgado, chinglamos, si no queda para buen vino lo que se tercie, y
seguimos siendo la plaga que no se merece ni el lugar en donde vive ni la
herencia que tenemos, o asumimos la vida, afrontamos los retos, nos implicamos,
arriesgamos y cambiamos la estructura y sólo así, quizás, sólo quizás,
avancemos hacia un mundo en el que de verdad merezca la pena que existamos como
especie.-