Llevo unos días que al levantarme, tomarme el café, aún so las zetas (de sueño, no sean mal pensados) oigo en la radio las noticias de Túnez primero, de Egipto después, y los tímidos inicios de levantamientos en Argelia. Y, sin duda debido a que las neuronas no están aún despiertas porque las hipocretinas van a su aire (y por favor, no piensen en ninguna ministro, que por ahí no van los tiros), recuerdo un magnífico libro titulado Mahoma y Carlomagno que decía que “el Islam ha roto la unidad mediterránea que las invasiones germánicas habían dejado subsistir. Se trata del hecho más esencial ocurrido en la historia europea después de las guerras púnicas. Es el final de la tradición antigua. Es el comienzo de la Edad Media, en el mismo momento en que Europa estaba en vías de bizantinarse". Así de claro y así de duro… Ni francos (insisto, no sean malpensados), ni visigodos, ni ostrogodos, ni hunos, ni vándalos… No, los responsables de la inmersión europea en la oscuridad de la Edad Media fueron los musulmanes. Se que las teorías de tolerancia y alianza de civilizaciones obvian el hecho, porque es más fácil en ocasiones cambiar la historia, que afrontar las lecciones que nos puede dar. Ya sé que nuestros dirigentes son dignos aprendices de Gran Hermano, del de 1984, no del circo que algún canal de televisión emite veinticuatro horas al día, pero su primera misión es garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, o al menos intentarlo, y dejarse de sandeces, mentiras y chorradas que sólo nos pueden llevar al desastre… Claro, que mientras los ciudadanos se comporten como ovejas, balando alegres mientras les espera el matadero, estoy pidiendo peras al olmo.-
Sinceramente, deseo a los egipcios y tunecinos lo mejor; ruego por estar equivocado y que mis miedos sean infundados; anhelo que puedan alcanzar la democracia y libertad que creo que desean sinceramente… Pero, por muy optimista que quiera ser, y lo siento por los bienintencionados que siempre portan la banderas del idealismo, lo dudo…
La democracia es un invento occidental; es una creación que nace de los griegos, pasa por los romanos, se enriquece con el pensamiento cristino y toma cuerpo con el Renacimiento y la Edad Moderna. Es un largo proceso de pensamiento y sangre, de derecho y pensamiento, de arcabuces, guillotinas y monasterios. ¡Pardiez, contad la sangre derramada en su nombre! La democracia requiere unos tiempos históricos, una determinada visión del hombre y el mundo, de las relaciones personales y políticas; y como creación coyuntural, es exportable a otras culturas con muchos matices, que, en último extremo, van a depender del devenir histórico de los pueblos, de sus creencias religiosas y filosóficas, de sus estructuras sociales, en definitiva, de la estructura de su sociedad.-
Que yo considere que es el mejor sistema político que existe no es original; a fin de cuentas soy hijo de la cultura occidental, al igual que todos los ciudadanos occidentales, contando siempre con los descontentos, los intolerantes y los movimientos sociales que pueden buscar mayor seguridad o estabilidad en detrimento de su libertad individual. Pero que confíe en que determinadas culturas abracen entusiasmadas la causa de la democracia es una ingenuidad que, en el caso de los dirigentes políticos, puede suponer una ceguera suicida.-
No conozco ningún país de corte islámico en donde la democracia funcione normalmente, y ni siquiera sé si eso es bueno o malo, porque las decisiones de cada sociedad sobre su forma de gobierno son demasiado complejas para que puedan llegar los frustrados misioneros del siglo XXI, que han sustituido la Biblia por las constituciones occidentales, a evangelizar con la nueva religión globalizadora. El devenir histórico tiene sus plazos, sus hitos, sus triunfos y sus pesares.-
Lo que sí recuerdo es la teoría del dominó de los años 50 y 60 del siglo pasado. Aquella teoría, en plena guerra fría, mantenía que la estrategia soviética y china en Asia, África y América, equivalía a unas fichas de dominó; los países irían cayendo en la órbita comunista de uno en uno, y el triunfo de la “revolución” marxista en uno significaría el principio de los desórdenes y conflictos en otro; de prosperar, se replicaría el efecto. Ese fue el motivo de las sucesivas guerras en Corea, Vietnam, Camboya y una larga ristra de conflictos.-
¿De verdad se creen que los conflictos en Túnez son originados sólo por un sentimiento popular trasmitido por redes sociales? ¿Y de verdad piensan que el contagio a Egipto es movido por un virus raro que clama por la libertad en el país vecino? ¿Y que ese virus se trasmite por redes sociales a Argelia, a Marruecos, a…? No sé, quizás sea mi desconfianza, pero el sexto sentido me dice que hay quien está jugando al dominó, que alguien ha sacado el seis doble y va a jugar una partida en el bajo vientre de Europa, exactamente igual que hace varios siglos. No me pregunten quien, porque lo desconozco, pero creo que se van a implantar unos regímenes integristas en todo el norte de África para el que no estamos preparados; y España, que hoy, al igual que antaño, es la puerta de contención, puede tener serios conflictos. Desde el corte de suministro de gas, a conflictos con algún país del norte de África que prefiera lanzar a sus multitudes en una aventura exterior para salvar su régimen personalista, todo es plausible.-
¿Y tenemos algún estadista que sepa jugar al dominó? Respóndase ustedes…
martes, 15 de febrero de 2011
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