Llevo unos días triste y dudaba si ponerme a
aporrear el teclado y forzar un poco más su paciencia, o dejar pasar el tiempo
para serenar el ánimo. Ante la duda, recordé un párrafo del libro Otra Historia
de Cataluña, de Marcelo Capdeferro, obra que me permito recomendar tanto a
residentes en Cataluña engañados por la política secesionista como al resto de
españoles, que decía "Los que hicieron el juego a aquella política de
amputación de Cataluña y de anulación de nuestras instituciones fueron un grupo
de catalanes exiliados no roselloneses los cuales, de acuerdo con sus
conveniencias exclusivamente personales, renegaron de su patria natural y
cooperaron eficazmente a la imposición del régimen francés”. Está claro que
unos siglos después, otro grupo de catalanes por sus intereses personales
quieren llevar al desastre a Cataluña y, de paso, al resto de España.
En
el medio siglo de vida que llevo a cuestas ya he vivido cuatro golpes de estado
en España; uno de niño, el atentado a
Carrero Blanco, y los otros tres en el periodo democrático. De estos tres
últimos viví de joven el 23-F, más maduro el 11-M y ahora el 9-N. Todos
oscuros, todos siniestros. Ninguno de ellos suficientemente aclarado, pero
todos dirigidos contra la legalidad, la convivencia y la Constitución. Tengo
además que lamentar que no me equivoqué en la predicción sobre la conducta del
Gobierno ante el desafío del 9-N, y si alguno lo duda, le invito a leer el post
que escribí en este blog, titulado la voragine,
en octubre de 2012, que ya ha llovido desde entonces, ¿no creen?. Del resultado
de la charanga nacionalista poco les quiero hablar, porque si bien demuestra
que después de treinta años inoculando mentiras y odios en mis compatriotas que
viven en Cataluña, sólo un tercio de la población traga con tantas memeces, no
es menos cierto que los separatistas han demostrado una vez más que pasarse el
estado de Derecho por el arco del triunfo les sale gratis, ante las narices de
gobiernos débiles y pusilánimes.-
No,
no les voy a decir otra vez lo que ya escribí en su momento, y les garantizo
que ni tengo bola de cristal, ni me pongo túnica de mago, ni nada por el estilo,
aunque tal y como va esto, no descarto empezar a comprar velas no sé si blancas
por la esperanza de cambio o negras como el futuro al que estos que están nos
llevan. Sólo procuro ver, mirar y comprender. No, sólo les quiero traer a su
reflexión el principio latino que encabeza este blog, primum non nocere, principio utilizado por médicos y psicólogos,
bastante parecido al que se utiliza en derecho, alterum non laedere. Ambos vienen a decir lo mismo, "lo
primero es no hacer daño" y "no hacer daño a nadie". Quédense con el adagio que les plazca, pero
lamento comunicarles que ninguno de ellos es aplicado por los políticos que
gobiernan (y aquí me refiero tanto a los que están ahora en las poltronas como
los que estuvieron y, se supone, aspiran a gobernar de nuevo). Llevo mucho
tiempo diciéndoles que esta casta no tiene más ideología que su interés y el
beneficio de la oligarquía que les envuelve, sea de grandes empresas, de
sindicatos o de organizaciones que dicen ser sociales. Y convendrán conmigo en
que la primera obligación que deberían ejercer es no hacer daño a la Patria, y
aquí englobo a sus ciudadanos (trabajadores, empresarios, jubilados, niños), a
sus leyes (la primera de todas es la Constitución) y a sus recursos. Pues después de doce años de dañar a los
ciudadanos y malgastar los recursos, no querías caldo, pues toma tres tazas,
ahora nos cargamos la legalidad y destrozamos la Constitución española. Así, el
que gobierna el destino de la Nación, ante un golpe de estado que se cepilla
las resoluciones del Tribunal Constitucional, y que demuestra que ante la Ley
basta la fuerza, no sólo no hace nada, por mucho que quiera vendernos la moto
de que lo ha hecho, sino que además se permite el lujo de entrevistarse y
negociar con el golpista. ¿Ustedes lo pueden entender? Yo, sinceramente, no. Me
quiere usted decir que ante la mamarrachada del 9-N, que según usted dijo (y yo
comparto) no es legal, ¿qué napias tiene que negociar?. Usted tendrá que hacer
cumplir la ley, ¿o no? ¿Acaso tienen ustedes pactos que van más allá del
interés de la Nación y que están por encima de la Constitución?. Por favor, el
que pueda darme una contestación que no sea las vaguedades al uso en los
políticos de turno, que me conteste, y así podré dormir mejor, porque voy a
tener que pensar que la ley debe ser sólo para unos pocos y que la casta está
por encima del bien y del mal. Y a su lado, el flamante dirigente del partido
de la oposición diciendo una suma de incoherencias, unas mantras que no dicen
nada, y justificando que no se aplique la ley. Pero, veamos, ustedes, todos
ustedes, ¿a qué juegan?. Tan poco les importa el Estado, tanto desprecio
sienten por la ley, por los ciudadanos,
por nuestro futuro y el de los que vienen detrás de nosotros. Lamento
decirlo, Sr. Presidente, pero usted que podía haber pasado a la Historia de
España como el Presidente que enderezó el rumbo sombrío que nos llega, ha
malgastado cuatro años no se sabe en qué, y creo que sus días en política están
contados, así que, háganos a todos un favor, y no alargue la agonía de España.
Y respecto al que viene por la oposición, deje ya la canción cansina y vieja,
olvide los topicazos al uso, porque me da en la nariz que se va usted de la
política de la mano del Sr. Presidente.
Y
mientras tanto, todos chapoteando en la ciénaga de la corrupción y,
sinceramente, ya estoy cansado de tantas disculpas vacuas, de tanto golpe de
pecho fingido, que más que políticos parecen fantasmas en pena, eso sí, sin
cadena, que esas las llevan los que van a presidio de la manita de la Guardia
Civil. Miren que desde pequeño soy
preguntón, lo lamento, pesado que es uno, y me surgen algunas dudas… Veamos,
¿Cómo es posible que entre tanto escándalo de corrupción ningún partido
político, ni ningún cargo del mismo, haya hablado, declarado o susurrado, me da
igual, ante la justicia para encausar al corrupto? ¿Me quieren decir que no han
escuchado aquella canción española que decía eso de "de dónde saca pa tanto como destaca" y que en los partidos
políticos es normal tener coches de alta gama a tutiplén y que nadie se ha
preguntado de dónde sale tanto aderezo? ¿Me están intentando decir que ninguno
ha visto el despliegue de visa black? "Vamos, Paco, Juana o Luis, dale al
plástico que ya sale humo del datáfono…"
No sé si el genial Perez Reverte tiene razón cuando dice que en España
sólo hay golfos y gilipollas, pero lo que tengo claro es que desde los partidos
políticos que han tocado poder así lo piensan. ¿Me están vendiendo que en
partidos políticos que manejan millones de euros, no tienen ni un solo sistema
de control interno capaz de detectar a chorizos y maleantes?. Pues miren, que
hay políticos honrados en los partidos con responsabilidades de gobierno, no
tengo por qué dudarlo, pero sinceramente, o esos políticos honestos rompen el
carnet de su partido y se van a otro con aires más limpios o tengo que concluir
que más bien parecen a los monos de la fábula que ni oyen, ni ven, ni hablan, y
para eso, ¡qué quieren que les diga!, es hora de hacer un buen ERE en la
política y mandarles a todos a casa. Y si ya poso la mirada en los partidos
nacionalistas, pues, sinceramente, rompo a llorar y a otra cosa mariposa.
Vamos, que los partidos que dicen, con una caradura que espanta, eso de España nos roba, militantes
significativos se llevan la pasta a Suiza, a Andorra o vaya usted a saber
donde, y además adoctrinan a niños en el odio y la separación, mienten
manipulando la Historia de todos, y hasta se permiten el lujo de emular a la SA
de la Alemania de entreguerras repartiendo folletos en tiendas para que el
empresario de turno ponga en su escaparate que está a favor del referéndum. Y
todavía hay personas que haciendo seguidismo de estos golfos, dicen que en
Cataluña se ha plantado cara al desastre español. Sí, no me queda más remedio, con
tristeza voy a tener que darle la razón a Perez Reverte.
Desde
aquí les hago una propuesta para que reflexionen. Es hora de cambiar odres
viejos por odres nuevos, pero con cabeza fría y corazón caliente. No se lancen
a cantos de sirenas sólo por llevar a cabo el justo castigo electoral que merecen
esta panda de irresponsables. Por ello les propongo que miren su ideología, la
comparen con la suya y elijan. Tienen a VOX de ideología liberal conservadora,
a UPyD ocupando el espacio de una izquierda moderada, a Ciudadanos en el
centro, y a Podemos en el espacio de una izquierda radical. Me consta que los
tres primeros no tienen complejos en su carácter de partidos españoles, en la
defensa de la unidad y de los principios que nos unen. Del cuarto no se lo
garantizaría, pero me barrunto que tampoco, porque no he visto partido de
doctrina marxista que admita chorradas secesionistas. Echemos a la casta que
gobierna o ha gobernado, larguemos a los que han favorecido la putrefacción en
España, expulsemos a los que han consentido la desunión acariciando y mimando
al separatista, pero hagámoslo con cabeza, seamos listos, que nos jugamos mucho
para dejarlo a nuestros muy hispanos calentones. Con su voto se hace
responsable de los que ha elegido, y adquiere el derecho de exigir el
cumplimiento del pacto que realiza un partido con sus votantes a través del
programa electoral. Sé que van a gritar en las elecciones “qué vienen los
rojos” o “qué vienen los fachas”. Sinceramente, ni caso, pasen del aterrador de
masas, ignoren el insulto y la descalificación fácil, y no entren a la zanahoria
en forma de despiste que les van a poner delante de los ojos. Los que han
incumplido sistemáticamente su programa, sean unos u otros, no se merecen estar
ni un minuto más en cargos electos. Los que han pulido las arcas con visas
black, cajas de ahorros, pelotazos, palaus, ITV y mangancias, los que lo han
consentido y los que han callado deben salir fuera de la política de inmediato
y los que han trincado, ya puestos, al trullo. Ejerzan su voto libre y
responsablemente y ante la duda, les recuerdo lo que decía Anguita, “Programa,
programa, programa”.